jueves, 24 de abril de 2014

Mi primera matrícula y traduciendo textos

Utsunomiya, Tochigi, Japón. Miércoles 23 de abril (2014):

Ayer estuve muy ocupado y no pude escribir, así que voy a intentar resumir lo que ha pasado durante estos dos días.

Ayer tenía planeado estudiar al menos 8 horas, por eso me levanté temprano, pero a final de cuentas terminé saliendo tarde para la U. Como estaba como chiquito con juguete nuevo y la hora lo permitía, fui caminando hacia la U con celular en mano y decidí contactar a la familia por Skype.

Quería hacer la matrícula ese día, así que tras mostrarle a mi gente parte de la U usando mi flamante cámara web, me dirigí al edificio de asuntos internacionales (ese no es el nombre, pero como no me acuerdo bien, así le he puesto siempre). Al llegar, me di cuenta de que no andaba las hojas de la matrícula, lo que me hizo devolverme hacia el apartamento, que por dicha está como a 400 metros. Esto lo aproveché para mostrarle a mi gente cómo es la calle por la que transito todos los días y cómo es el edificio en que vivo, pues siempre lo han visto por dentro nada más.

Debido a este error, decidí llevarme la bicicleta, solo por aquello de que volviera a meter la pata y tuviera que devolverme. Es decir, por si las moscas.

Primero pasé al shiryoushitsu para revisar bien lo de los cursos y por casualidad me puse a revisar mi agenda. ¡Santo! ¡Si ayer tenía una reunión! Por estar con la compra del celular, se me había olvidado completamente la primera de las tres sesiones de preparación para el International Communication Seminar (que de ahora en adelante voy a llamar ICS). Resulta que el ICS es una actividad de las que llaman gasshuku, es decir, un taller en que se duerme afuera, en este caso, es en un hotel de Utsunomiya y salimos el viernes y regresamos el domingo. No recuerdo bien la fecha pero es en mayo. Ya había asistido a la reunión informativa, pero era necesario ir a las tres sesiones de preparación para poder asistir, y la primera... fue ayer.

Esto cambió mis planes, tuve que dejar de lado la matrícula y ver cómo hacía para hablar con los organizadores. Otro detalle era que recordaba que había que pagar ese día, así que necesitaba confirmar si podía participar para pagar. Gran problema. Estuve buscando a dos de los profesores, ambos estadounidenses para disculparme y hacerles la consulta.

No hubo éxito. Tras darle vuelta a todas las oficinas, no logré encontrarles, así que decidí ir a imprimir un documento (por primera vez) y escribir un correo contando la situación.

En algún momento, me topé a Noor, una estudiante de Siria. Ella me dijo que había visto a los profesores arriba, así que fui a hablar con ellos. Minimizaron el asunto y me dejaron participar. Pagué y recibí algunas instrucciones. El papel que me tocará será asesorar a los otros participantes de mi grupo... en idioma. Interesante, por alguna razón y sin escuchar mis comentarios al respecto, me vieron cara de muy hablantín del inglés y mi rol será rotar y ayudar a que la gente diga lo que necesita decir. Interesante.

Terminado esto fui a imprimir las hojas, pero descubrí que aunque la universidad imprime una cantidad de hojas anual sin costo alguno por estudiante, es necesario llevar las hojas. Fui a la cooperativa de la U y compré 50 hojas tamaño A4. Todo en orden. Fui al laboratorio de la biblioteca por las impresiones, pero justo cuando iba a sacar las hojas para colocarlas en la impresora, descubrí que era algo como papel cebolla. Fallo. De nuevo a comprar hojas.

Por dicha me dejaron cambiarlas por las hojas que ocupaba y finalmente, pude imprimir las hojas. Terminado esto, tuve que ir a matricular los cursos. Algunas cosas no estaban como era necesario, así que tardé mucho en poner las cosas en limpio y terminar el trámite.

Cuando finalmente me senté a traducir textos, eran cerca de las 5 de la tarde. Tras varias horas, me di cuenta de que no era posible terminar. Ocuparía aproximadamente una semana al ritmo que iba. Vámonos para el apartamento. Calenté lo que tenía listo y cené. Fin del primer día.

Hoy me levanté temprano para el día en que tengo más cursos de la semana. Tras la exposición de Ri-san, la profesora Sueyoshi me dijo que fuera a hablar con Kurihara-sensei, quien posiblemente me podría aceptar en uno de sus cursos. Tras el curso de Yaeshima-sensei, decidí ir al quinto piso y logré dar con él.

Kurihara-sensei es un profesor recién llegado de sus estudios en Sri Lanka, es joven y tiene muchas energías. Me ofreció ir a su curso de pregrado, pero era el día de hoy, lo que me hacía imposible asistir pues ya tengo clases a otra hora. La otra opción que me ofreció fue ir a un curso del día de mañana. El asunto es que se había cerrado pues nadie lo matriculó. Tras consultar cómo funcionaría el asunto en mi caso, quedamos en que iba a tomar el curso.

En esta universidad, hay más profesores de maestría que estudiantes de ese programa, así que es común ver cursos con una o dos personas. De esta forma, yo me convertiría en el único estudiante de este curso. Interesante.

Continué con los demás cursos, y finalizado el último, decidí comprar una grabadora periodística e ir a buscar ayuda. Mi plan es el siguiente: como buscar kanji por kanji es tan lento, me ayudaría mucho si encuentro a alguien que me haga el favor de leer el texto, grabarlo y luego poder yo utilizar la grabación para traducir. Muy buen plan sin duda, soy un genio.

Mientras fui a un lugar que frecuento en busca de los compas ichinensei, me encontré a Matsubara Nana, con quien habíamos quedado de intercambiar conocimientos, yo le ayudo con su español y ella me ayuda con mi japonés. Fue perfecto, pues accedió a hacerme el favor de leer el texto para mí. El resto de la tarde y noche (me fui de la U pasadas las 23 horas), los dediqué a apoyarme en la grabación, mi diccionario electrónico, varios programas de software y mi propio conocimiento para poder traducir algo del material. No me fue muy bien pues solo terminé una página y eran como 4, pero avancé mucho más rápido gracias a la grabación de Nana. También estuve revisando algunas cosas en la máquina de la VRA que yo utilizaba antes mediante el Team Viewer.

Tras regresar al apartamento, terminé algunas cosas y escribí esto, por lo que me terminé acostando pasada la 1 de la mañana.

Balance: mi ritmo es pésimo, mi japonés está por mucho debajo del nivel que ocupo, estoy esforzándome bastante y estoy muy ocupado, pero como ya les he mencionado antes, creo que soy el estudiante más feliz de todo Japón. La gente de la U me ha tratado muy bien y he conocido a muchísima gente, tanta que mi pobre memoria produce overflows a cada rato. Gracias al celular, ahora tomo fotos a cada contacto para apoyarme con el reconocimiento. Creo que lo único mal es que mis manos están muy deterioradas por el aire frío y a veces se han roto un poco.

Disculpen tanto texto, pero había que contar mucho. Fin por hoy.

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