De E.E.U.U. hasta Trondheim

Oslo, Noruega. Jueves 10 de febrero (2011):

En el vuelo de ayer tuvimos solo un pequeño atraso de unos 15 minutos. Todo transcurrió en orden y estuve muy feliz con el tipo de entretenimiento del avión: unas pantallas táctiles individuales en que podíamos seleccionar un buen número de actividades. Me fui con Andrés de Argentina, quien intercambió asiento con Brigitta.

Decidí ver una película y elegí Mastermind. Evaluación general: mejor hubiera visto algo de anime...

Tuve algunos problemas para acomodarme en el asiento y poder dormir. Lo hice en forma muy incómoda durante unas 2 o 3 horas. Al despertar, algunos de mis dedos estaban algo desacomodados, pero nada grave tras unos cuentos años de recuperación.

Llegamos al aeropuerto de Oslo a eso de las 08:35 (duración aproximada del vuelo: 6 horas y 20 minutos), pasamos migración y recogimos el equipaje y finalmente nos encontramos con los organizadores de ISFiT. Compramos los tiquetes de ida y vuelta a Trondheim ($55) y fuimos a Oslo en tren. Los tiquetes cuestan NOK 85 + NOK 6,30 cada uno, pues compré roundtrip.

En Oslo, salimos de la Sentralstasjon y empezamos a recorrer las calles. Oslo es sumamente distinto a cualquier cosa que haya visto antes: edificios elegantes, simétricos e impecables, aceras amplísimas y calles de solo dos vías. La gente camina en forma pausada y los conductores se detienen gentilmente. En cuando se pide ayuda, todos están dispuestos a colaborar y no tienen problema alguno con el inglés. Finalmente tuve la oportunidad de caminar sobre la nieve y sentir la extraña sensación de recibirla sobre mi rostro.

Conocimos varios lugares interesantes siguiendo por Karl Johans Gate: Stortingen (Parlamento), National Theatret, Slottet (Palacio Real), así como Universitete i Oslo y una de sus sedes: Blindern campus, para el cual tuvimos que tomar un metro para el que compramos un tiquete válido por una hora. Buscamos la oficina del International Summer School y entregamos unos documentos.

De vuelta en Oslo estuvimos en el cambio de guardia e incluso tuvimos tiempo para perdernos. Fuimos a Fridays, lo que fue un enorme error: definitivamente no me llevo con esos lugares.

De regreso en la Sentralstasjon, llegamos al Gardermoen y esperamos el bus a Trondheim.

El bus llegó algo tarde y partimos a eso de las 23 horas. Solo nos detuvimos dos ocasiones: a descansar de las 02:30 a las 03:15 en otros 10 minutos en otro lugar.

El resto del viaje fue muy cansado, la temperatura de la calefacción probablemente era muy alta para obligarnos a dormir y la verdad intenté desconectarme por esa noche.